También en
1996 montamos la técnica para la cuantificación de la
carga de virus de hepatitis B y C en sangre, con un método propio
de RT-PCR. Durante cuatro años apoyamos con esta metodología
a los diferentes protocolos de investigación clínica para
demostrar la eficacia del interferón y la ribavirina
en el tratamiento de estos padecimientos, realizados bajo el auspicio
de Schering-Plough.
En el 2001, Bayer
inició proyectos de investigación clínica para
probar la eficacia de un carbapenem oral, el faropenem, contra
infecciones bacterianas de las vías respiratorias. Y colaboramos
en el establecimiento de las propiedades antimicrobianas de un nuevo
triflato de triflilpiridinio, desarrollado en la UNAM.
En el 2002 apoyamos
a Merck Sharp & Dohme entrenando personal de laboratorios
clínicos hospitalarios para la ejecución de un proyecto
de monitoreo de resistencia a antibióticos que incluye a los
dos carbapenems de esa firma, imipenem y el nuevo ertapenem.
Desde el 2002 trabajamos con Wyeth en la capacitación y divulgación de las características de la piperacilina-tazobactam y, más adelante, de la tigeciclina. Desde 2007, LUSARA es uno de los centros participantes en el Tigecycline Evaluation and Surveillance Trial (TEST; www.testsurveillance.com), que monitorea la resistencia de los principales patógenos hospitalarios. Los resultados del primer millar de aislamientos mexicanos se presentaron en el congreso de la sociedad europea de microbiología clínica e infectología, en 2008 en Barcelona.